Explorar el universo es uno de los más grandes anhelos de todo mortal, desde el inicio de nuestra especie. El sueño de los viajes espaciales predice con fascinación el descubrimiento de nuevos horizontes, a la par de deseos ilimitados de libertad.

Hace 26 años, Factum Comunicaciones fue nuestra ilusión convertida con el transcurso del tiempo en un hecho, que hoy sigue representando inspiración y nuevas oportunidades para descubrir y aprender de cada experiencia y reto. A la fecha hemos viajado por un mundo de vivencias, las cuales -para ese entonces- no hubiésemos imaginado.

Emprender, materializar un proyecto profesional, compartir diversidad de experiencias durante diferentes trayectos con grandes cambios en el mercado, pero sobre todo, lograr generar extraordinarios vínculos con amigos, clientes, proveedores y aliados, muchos de los cuales se han convertido en familia, ha sido un super maravilloso y valioso itinerario de navegación.

Esos vuelos hoy se traducen en fortalezas para generar oportunidades, actualizar modelos de negocios enriquecidos por la transformación digital y gestionar la comunicación, maximizando el valor y la reputación de las empresas y marcas que nos acompañan.

¿Por qué un cohete en nuestro logotipo?

Un cohete es un vehículo, que obtiene su empuje por la reacción de la expulsión rápida de gases de combustión desde un motor, lo cual implica un proyecto pensado y estructurado, que requiere de un diseño, procesos y metodología por parte de equipos con conocimiento y experticia. Así como cualquier empresa requiere para iniciarse y mantenerse con éxito, definitivamente.

Representa direccionalidad y todo negocio debe tener un norte, un propósito que defina su razón de existir y filosofía de trabajo, el tipo de valor que crea y el impacto que busca lograr, entre otros.

En nuestros inicios, avanzar era suficiente para diferenciarnos. Hoy con más estructura, experiencia y tecnología en un entorno mucho más complejo, somos más osados y apuntamos hacia arriba.

Existen numerosos factores que intervienen y afectan el ascenso y vuelo de un cohete, tales como, el agua, el aire y la presión. En las organizaciones por mucho que planifiquemos, puede haber fallas internas y dificultades externas, especialmente en estos tiempos de incertidumbre.  Por ello es imprescindible además de tener un plan de vuelo, adaptarnos al cambio y aterrizar en la nueva realidad, aspectos fundamentales de nuestra propuesta de valor.

Los cohetes se usan para acelerar, transportar carga útil, cambiar las órbitas, ubicar órbitas de reentrada, desarrollar proyectos científicos, lograr un aterrizaje completo si no hay atmósfera y hasta para suavizar un descenso con paracaídas justo antes del impacto en tierra. Así es la comunicación, tiene múltiples objetivos meta, pero no puede usarse para todo a la vez.

Construir un cohete obliga a establecer un objetivo definido, ajustar minuciosamente todos los parámetros, calcular exactamente la ruta que seguirá hasta el último centímetro, prever todas las contingencias que podrían aparecer a lo largo del camino y en definitiva, una preparación extensiva para un único lanzamiento que deberá tener éxito.  Cada uno de estos aspectos son básicos para el desarrollo y la apuesta de una buena estrategia de relacionamiento.

El principio de funcionamiento del motor de cohete se basa en la tercera ley de Newton, la ley de acción y reacción, que dice que «a toda acción le corresponde una reacción, con la misma intensidad, misma dirección y sentido contrario».

En el territorio del marketing y las comunicaciones nos encontramos constantemente creando estrategias, tácticas y acciones en la búsqueda de esa reacción que nos permita atraer, captar y fidelizar clientes. Y como hablamos de personas, el juego se complica.

Pero no puedes lograr reacciones asertivas, si primero no identificas a ese cliente, sus rasgos de personalidad, gustos, preferencias, hábitos, comportamientos, necesidades y aspiraciones, entre otros,

Los procesos, estructuras y en especial los motores pasan primero por fases de evaluación analítica –ya sea simulación real o usando tecnología digital- para identificar situaciones, sucesos y comportamientos, tales como puntos de presión o temperatura excesiva, entre otros.  No faltan, los obstáculos, problemas, situaciones complejas y fallas técnicas.

El planteamiento de escenarios, así como, un continuo proceso de seguimiento, medición y evaluación, permite realizar las modificaciones requeridas y la optimización en cada una de las etapas del desarrollo y ejecución de una estrategia comunicacional.

«La planificación de escenarios estratégicos facilita el establecimiento de una estrategia ágil.

Como herramienta, ofrece una forma de enmarcar la discusión sobre escenarios hipotéticos de negocios futuros y ayuda a los líderes empresariales a identificar futuras incertidumbres y desarrollar planes de acción adecuados para responder al cambio y aprovechar las oportunidades”.

Gartner

Cada etapa desde el diseño hasta el lanzamiento de u cohete, un negocio y/o una comunidad precisa de excelencia comunicacional y persistente motivación entre los miembros del equipo o las empresas participantes. La comunicación de cualquier organización nace desde adentro hacia afuera y es el aporte estratégico para el éxito de cualquier misión.

Las decisiones de diseño y construcción apuntan en muchos casos a la reducción de costes, una realidad de mercado que afronta hoy cualquier organización.

Con el uso de las nuevas tecnologías, los equipos que trabajan en el sector espacial han diseñado vehículos de lanzamiento a una escala sin precedentes. Igualmente, en el campo empresarial las herramientas de marketing digital permiten abordar un gran volumen de información, acelerando procesos y mejorando los resultados; fortalecer la productividad; aumentar la eficiencia en las relaciones y conexión con las audiencias; y establecer una relación próspera con cada ¨lead¨, entre otras muchas bondades.

Anteriormente las cápsulas se diseñaban para ser meramente funcionales, y eso a veces significaba que eran incómodas.  La estética y el ambiente no era un criterio. ¿Por qué hoy el lujo importa?. ¨Si vas a atraer clientes al espacio, debes mostrar lo que vas a vender.  Y no hay nada como un viaje de lujo para ir a tan excepcional lugar¨, aseguran las empresas del sector.

El concepto de lujo ha ido cambiando a lo largo del tiempo, no solo en los viajes espaciales. Hoy no se trata de ostentar a través de las marcas, sino de reflejar sostenibilidad, compromiso social y personalización mediante ellas, más allá de una oferta de productos de calidad y duraderos.

Las tendencias de la industria espacial comercial destacan la importancia de la implantación de nuevas tecnologías y su capacidad de transformación digital; seguridad global; la entrada en escena de nuevos nichos de negocio o sectores emergentes a los que hay que trasladar el conocimiento y know-how ya adquirido en otras áreas y globalización e internacionalización de empresas para asegurar su supervivencia y/o crecimiento.

Definitivamente, estos retos no distan mucho de los principales desafíos que enfrentan hoy gran parte de las organizaciones para mantenerse a la vanguardia en los negocios, al impulsar sus actuaciones de digitalización, innovación y sostenibilidad.

Nuestra trayectoria, abastecimiento, programas, acoplamiento, aceleración, comunicación, velocidad y aterrizaje deben ser más estratégicos, ágiles, digitales y eficientes para brindar mejores soluciones a nuestros clientes, mientras demostramos el valor añadido en cada etapa de la misión.

Nuestro cohete nos sigue inspirando, enseñando, desafiando y retando, además de guiar nuestro propósito, misión y visión.

Nos encantan las historias de marca, cuéntanos la tuya.